¿Qué es la ruptura del ligamento cruzado en perros y cómo prevenirla? 

La ruptura del ligamento cruzado craneal (LCC) es una de las lesiones más comunes en perros, afectando la estabilidad de la rodilla y causando dolor y cojera. Este ligamento conecta el fémur con la tibia, permitiendo que la rodilla funcione como una bisagra. Su ruptura puede ocurrir por trauma repentino o por desgaste progresivo, siendo más común en perros grandes, obesos o con problemas articulares. 

🔍 ¿Cómo saber si mi perro tiene una lesión de ligamento cruzado? 

Los perros con esta lesión pueden: 
✔️ Cojear de repente o negarse a apoyar la pata trasera afectada. 
✔️ Caminar apoyando solo la punta del pie (“toe touching”). 
✔️ Mostrar dolor al moverse o al tocar la rodilla
✔️ Tener la rodilla inflamada o con movilidad anormal. 

🏥 ¿Cómo se diagnostica y cuál es el tratamiento? 

El veterinario evalúa la rodilla mediante el signo del cajón anterior, una prueba que detecta la inestabilidad. También pueden ser necesarias radiografías para descartar daños en los meniscos o artritis. 

🐾 El tratamiento varía según el tamaño del perro y la gravedad de la lesión: 
✔️ Perros pequeños pueden mejorar con reposo, manejo del dolor y rehabilitación. 
✔️ Perros grandes generalmente requieren cirugía para estabilizar la rodilla. Existen técnicas como TPLO y TTA, recomendadas en razas grandes y activas. 

🛑 ¿Cómo prevenir la ruptura del ligamento cruzado? 

✔️ Mantén a tu perro en su peso ideal para evitar sobrecarga en las articulaciones. 
✔️ Evita ejercicios bruscos o saltos excesivos, especialmente en razas predispuestas. 
✔️ Consulta con tu veterinario sobre suplementos articulares, como glucosamina, para fortalecer sus articulaciones. 

Si notas cojera en tu perro, consulta a tu veterinario de inmediato. Un diagnóstico temprano puede evitar más complicaciones. 

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