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7 Maneras de Saber si tu Gato Está en Dolor – ¡Algunas Te Sorprenderán!

Reconocer las señales tempranas de dolor en tu gato es un paso esencial para garantizar su salud y felicidad a largo plazo. Desafortunadamente, los felinos son expertos en esconder su malestar. Aunque suelen mostrar signos evidentes cuando experimentan dolor agudo e intenso, no es tan fácil detectar cuando un gato sufre de dolor a largo plazo o incomodidad. Afortunadamente, tú también puedes aprender a reconocer las señales de dolor en los gatos y, al hacerlo, comprender mejor las necesidades de tu mascota. Hemos reunido algunos de los síntomas más comunes de dolor en gatos, ¡algunos pueden sorprenderte!

1. Cambios en el Comportamiento

Un cambio en el comportamiento de tu gato es a menudo un indicador temprano de dolor o enfermedad. Si tu compañero normalmente cariñoso de repente comienza a pasar todo su tiempo escondido debajo de la cama, es una señal clara de que algo está mal. Los gatos forman fuertes lazos con sus dueños y muchos disfrutan de estar presentes y participar en sus vidas diarias. Si tu gato deja de dormir contigo por la noche, de seguirte a la cocina o de salir a saludarte cuando llegas a casa, podría estar sintiendo dolor.

    Los gatos que están en dolor a menudo muestran una agresión poco característica. Pueden bufar o gruñir cuando tú u otros miembros de tu hogar se acercan. El dolor puede hacer que incluso los gatos más amigables arañen o muerdan, especialmente cuando se les toca en una zona dolorosa o se les mueve de una manera que les duele. La agresión inexplicada es un cambio de comportamiento serio que indica la necesidad de una visita al veterinario.

    2. Cambios en el Aseo

    Si tu gato meticuloso deja de acicalarse o notas que se está acicalando menos de lo habitual, esto también podría ser una señal de incomodidad o dolor. Los gatos tienen hábitos de limpieza meticulosos y generalmente solo cambian si algo está mal. Si no ves a tu gato acicalándose regularmente, mantén un ojo en su pelaje. Si parece inusualmente desaliñado o grasiento, podría estar gestándose un problema.

      El aumento del acicalamiento también podría ser una señal de dolor. Si tu gato pasa más tiempo acicalando una parte específica de su cuerpo, especialmente si lo hace hasta el punto de causar calvicie o heridas, puede estar tratando de calmar una zona dolorosa.

      3. Disminución de la Energía y la Actividad

      Es natural que el nivel de energía de tu mascota disminuya gradualmente a medida que entra en las etapas de gato senior. Sin embargo, si estos cambios ocurren de manera drástica o están afectando seriamente la vida de tu gato, podría ser más que la vejez avanzada lo que está ralentizando a tu amigo felino. Cuando tu gato se muestra reacio a correr, saltar, subir escaleras, participar en el tiempo de juego o levantarse de una posición acostada, probablemente está sintiendo dolor. Al igual que las personas, los gatos pueden sufrir de condiciones degenerativas como la artritis a medida que envejecen. También pueden experimentar una amplia gama de otros problemas de salud que causan dolor o incomodidad en cualquier etapa de su vida.

      4. Cambios en los Hábitos de Sueño

      El dolor también puede causar cambios en los patrones de sueño de tu gato. Podrían tener dificultades para encontrar una posición cómoda para descansar, o podrías encontrarlos durmiendo en lugares extraños. Los gatos que están en dolor pueden dormir más o menos de lo habitual. Los gatos con dolor también pueden buscar lugares más cálidos para descansar, como un sitio soleado o una almohadilla térmica. Los gatos rara vez dormirán en el suelo; prefieren sitios elevados para descansar. Si notas que tu gato está acostado en puntos más bajos, esto también puede ser una señal de advertencia.

      5. Eliminación Fuera de la Caja de Arena

      Los gatos no dejan de usar sus cajas de arena sin razón aparente. Aunque hay varias razones por las que un gato puede comenzar a eliminar fuera de la caja de arena, el dolor es una de las más comunes. Si tu gato está experimentando dolor en sus rodillas, caderas, codos o columna vertebral, entrar y salir de la caja puede ser doloroso. Del mismo modo, este tipo de dolor puede hacer que mantener una posición en cuclillas sea casi imposible. Estos gatos a menudo se constipan ya que tener una evacuación es incómodo para ellos. Pueden aguantarlo durante varios días y luego tener muchas dificultades para ir. Observar los cambios en la consistencia de las heces también es esencial.

        Otros problemas médicos dolorosos también pueden afectar el uso de la caja de arena. Si tu gato está experimentando dolor durante la micción, por ejemplo, pueden asociar la incomodidad con la caja de arena y dejar de usarla. Cualquiera que sea el caso, un gato que comienza a eliminar fuera de la caja de arena está tratando de decirte que algo está mal.

        6. Disminución del Apetito y la Sed

        El dolor puede ser un potente supresor del apetito y la sed, tanto en humanos como en animales. Si tu gato parece haber perdido interés en comer o beber, podría ser una señal de que está experimentando dolor. Los cambios en los hábitos de alimentación y bebida también pueden ser síntomas de muchos otros problemas médicos serios, por lo que siempre es mejor alertar a tu veterinario.

        7. Cambios en la Postura y Expresiones Faciales

        Todos los gatos son diferentes, pero hay ciertas cosas que puedes observar en la postura y las expresiones faciales de tu gato.

          Un Gato con Dolor Puede Expresarse de las Siguientes Maneras:

          • El gato puede sentarse encorvado con la cabeza baja y la espalda más arqueada de lo normal.
          • El gato puede parecer que intenta acurrucarse en una bola apretada.
          • El gato puede permanecer comprimido con las patas metidas debajo de sí mismo mientras está acostado en lugar de estirarse.
          • El gato puede hacer expresiones faciales fuera de lo común, como cerrar los ojos, entrecerrarlos o aplanar las orejas, y sus mejillas, nariz y boca pueden parecer más tensas de lo habitual.

          Los gatos son los profesionales consumados cuando se trata de ocultar su dolor e incomodidad, pero, como un amoroso padre de mascotas, puedes convertirte en un maestro en detectar incluso los signos más sutiles. Parte de ser un dueño responsable de gatos es prestar mucha atención al comportamiento, los hábitos y la condición física de tu mascota y reconocer cuando algo anda mal. Tu miembro felino de la familia no puede decirte que está en dolor o sintiéndose mal. En cambio, depende de ti reconocer las señales enumeradas anteriormente, o cualquier otra cosa inusual, y buscar una evaluación rápida por parte de su veterinario.

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