Adoptar un perro no solo cambia tu rutina, cambia también la dinámica de toda la familia. Y uno de los errores más comunes es no tener claro, desde el primer día, qué está permitido y qué no. ¿Puede subirse al sofá? ¿Dormirá en la cama? ¿Quién lo pasea? ¿Se le da comida de la mesa? Si no todos están alineados, el perro recibirá mensajes confusos… y eso genera frustración para todos.
¿Por qué es tan importante tener reglas claras desde el principio?
Porque los perros aprenden por repetición, consistencia y contexto. Si un día se le permite subirse al sofá y al otro se le regaña, no entiende qué hizo mal. Las reglas no deben depender del humor del día.
Además, cuando toda la familia actúa de forma coherente:
- Se reduce la ansiedad del perro.
- Se evitan conflictos entre humanos.
- Se fortalecen los buenos hábitos.
¿Qué tipo de normas debo definir?
🎯 Algunas decisiones básicas que deben tomarse en conjunto:
🛋 ¿Puede subir a los muebles (sofá, cama)?
Si no quieres que lo haga, asegúrate de ofrecerle un lugar cómodo alternativo.
🍽 ¿Se le dará comida mientras la familia come?
Lo ideal es no hacerlo para evitar mendigueo y ansiedad.
🚪 ¿Tendrá acceso a todas las habitaciones?
Puedes usar puertas para bebés o enseñarle a no entrar a ciertos espacios.
🐕 ¿Quién se encarga de qué?
- Paseos
- Alimentación
- Limpieza de accidentes
- Entrenamiento
- Citas veterinarias
🧠 ¿Qué comandos se usarán?
Elige palabras simples y que todos usen igual (por ejemplo: «abajo», «espera», «afuera»).
¿Cómo lograr que todos en casa sigan las mismas normas?
📌 Tips para lograr coherencia:
- Hablen antes de la adopción y hagan un “acuerdo familiar”.
- Escriban las reglas en un lugar visible (puede ser divertido y decorativo).
- Sean pacientes si alguien rompe una regla… pero recuérdenla.
- Apóyense mutuamente para educar con amor y firmeza.
🐾 Un perro necesita amor, sí… pero también necesita estructura. Cuando toda la familia habla el mismo idioma, el hogar se convierte en un lugar seguro y predecible para él. 💛








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