¡Hey, humanos amantes de los peludos de cuatro patas! ¿Tu perro parece un torbellino cuando juega y te preguntas si se ha convertido en el campeón mundial de la lucha libre canina? ¡Tranquilos, aquí viene al rescate la experta en comportamiento canino para salvar el día!
Cachorros en acción:
Cuando esos pequeños peluchitos de ojos brillantes llegan a casa, su juguete favorito somos nosotros. Aprenden a morder y jugar con sus hermanitos y mamá perruna. Pero, atención, ¡no cunda el pánico! Cuando esos mordisquitos y brincos en su afán de «cazar» y «luchar» lleguen a nosotros, recordemos que somos humanos y tenemos más sensibilidad al tacto. Enséñale con paciencia y amor cómo jugar sin causar daño. Y no olvides que separarlos de mamá y hermanitos antes de tiempo puede afectar su desarrollo, ¡espera al menos dos meses para separarlos!
¡Inhibición de la mordida! Esa es la clave:
Enséñale a tu peludo amigo a controlar su intensidad cuando juegue. Si salta o muerde con fuerza, emite un sonido agudo y detén el juego por unos segundos. Luego, retoma el juego utilizando un juguete o mordedor adecuado. Con paciencia y consistencia, tu perro aprenderá que debe moderar su entusiasmo para jugar contigo. Nada de gritar, intimidar o castigar físicamente, ¡eso solo lo confundirá!
¿Brusco o incómodo? Aprendamos a leer a nuestro amigo perruno:
Observa su lenguaje corporal y expresiones faciales. Si muestra tensión, ansiedad o miedo, es probable que su brusquedad no sea parte del juego, ¡se está comunicando contigo! Respeta sus señales y detén la interacción para evitar cualquier reacción agresiva. ¡La comunicación entre humanos y perros es fundamental para mantener una relación armoniosa!
Socialización, la clave del éxito:
Si tu perro adulto juega brusco, puede ser resultado de una socialización insuficiente durante su etapa de cachorro. Asegúrate de exponerlo a diferentes situaciones, personas y perros desde temprana edad para que aprenda a relacionarse adecuadamente.
¡Juguetes, juguetes y más juguetes!
Dale opciones para canalizar su energía y entusiasmo. Juega con él utilizando juguetes adecuados para perros y no tus manos o pies. Así disfrutarán juntos sin que te lastime.
Recuerda, la clave para tener un perro juguetón, pero respetuoso está en la paciencia, la comunicación y el amor. ¡Conviértete en el mejor compañero de juegos para tu peludo y verás cómo su brusquedad se transforma en pura diversión! ¡Ladridos y cola feliz para todos! 🐾🐶
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