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Entendiendo el comportamiento del gato «dominante» y cómo abordarlo

Cuando conviven varios gatos en un mismo hogar, pueden surgir conflictos y peleas entre ellos. En muchas ocasiones, los tutores interpretan el comportamiento más agresivo de uno de los felinos como un rasgo dominante y se preocupan por corregir estas conductas. Sin embargo, el concepto de dominancia en gatos se ha malinterpretado, y no se aplica de la misma manera que en otras especies. En este artículo, desmitificaremos la dominancia en gatos y te explicaremos cómo comprender su comportamiento y abordar posibles conflictos.

¿Qué es la dominancia felina?

El término «dominancia» se popularizó en la década de los 70 gracias a los estudios de David Mech sobre lobos en cautividad. Sin embargo, hoy en día, este concepto ha sido revisado en la etología y no se aplica de la misma manera a todas las especies, incluidos los gatos domésticos.

En el caso de los gatos, la dominancia se refiere a la organización social establecida dentro de un grupo de convivencia. Los gatos pueden mostrar comportamientos que parezcan indicar dominancia, pero no se trata de un rasgo fijo e inmutable en su personalidad. La posición jerárquica en el grupo puede cambiar en función del contexto, los cambios en el grupo o el estado hormonal o de salud de los gatos.

¿Cómo identificar a un gato dominante?

Es importante comprender que la dominancia en gatos no implica que el gato quiera dominar a los seres humanos. Los comportamientos asociados a la dominancia solo se manifiestan en situaciones específicas donde hay competencia por un recurso valioso, como un lugar para descansar.

Si convives con varios gatos y deseas conocer los roles de cada uno en el grupo, observa cómo se comportan en diferentes contextos. Los gatos dominantes pueden adoptar una postura tensa, mantener la mirada fija en sus congéneres, rociar orina, mover rápidamente la cola o emitir señales de amenaza como gruñidos o mostrar los dientes.

¿Debo corregir a mi gato si se comporta de forma dominante?

Es esencial diferenciar entre comportamientos de dominancia y agresividad. Los comportamientos asociados a la dominancia son parte de la comunicación normal de los gatos y no deben ser castigados. Regañar o intimidar a un gato puede generar estrés y empeorar su comportamiento.

Si deseas reducir los conflictos entre gatos en el hogar, es mejor modificar el entorno para evitar la competencia por recursos. Asegúrate de proporcionar suficientes areneros, comederos y espacios de descanso separados para cada gato. Además, es fundamental presentar adecuadamente a un nuevo gato en el grupo para evitar estrés y conflictos.

El concepto de dominancia en gatos ha sido malinterpretado y no se aplica de la misma manera que en otras especies. Los gatos pueden mostrar comportamientos que parezcan indicar dominancia, pero esto no implica que quieran dominar a los seres humanos. La dominancia en gatos se refiere a la organización social dentro de un grupo de convivencia y puede cambiar según el contexto y los cambios en el grupo.

Es importante no confundir los comportamientos asociados a la dominancia con agresividad, y no se deben corregir estos comportamientos mediante castigos. En cambio, es recomendable adaptar el entorno para evitar la competencia por recursos y presentar adecuadamente a un nuevo gato en el grupo.

Entender el comportamiento de los gatos y proporcionar un entorno adecuado es fundamental para una convivencia armoniosa entre estos adorables felinos. Si tienes dudas o problemas con la convivencia entre tus gatos, consulta a un etólogo especializado en comportamiento felino para recibir orientación y pautas de acción.

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