Para un tutor de gato probablemente sea común verlos vomitar, pero realmente nunca es normal que lo hagan. En esta oportunidad queremos entregarte una guía para saber cuándo llevar a tu gatito al médico veterinario.
El vómito crónico y agudo
El vómito se puede dividir en dos categorías amplias: crónico y agudo. Veamos de qué trata cada uno:
El vómito crónico
Significa vomitar con cierta regularidad, desde una vez al mes hasta diario, el hecho es que el vómito está presente durante un período de tiempo prolongado. El gato generalmente solo vomita una o dos veces con cada aparición.
Un gato con vómitos crónicos debe ser examinado por su médico tratante. Según las indicaciones que hayas recibido deberás proceder en cada caso. Generalmente en estos casos no es urgente si el gato sigue comiendo y reteniendo la comida, no muestra signos de debilidad y parece cómodo. Por eso es muy importante hacer el chequeo médico regular para que el profesional de la salud animal te esté actualizando sobre qué hacer en cada caso y cuándo deberás llevarlo de urgencia.
El Vómito Agudo
Si por ejemplo tu gato normalmente no vomita y de un momento a otro lo hace, se trata de vómito agudo. Por lo general, en este caso te puedes llegar a preocupar si lo empieza a hacer varias veces.
El diagnóstico y los tratamientos para los vómitos agudos y crónicos pueden ser diferentes, de mismo modo si se trata de una urgencia o no.
¿Cuándo es una urgencia vital?
Generalmente un gato con vómito agudo tiene un carácter más alto de urgencia. Ten en cuenta que:
- Si tu gato vomita, pero aún quiere comer y logra hacerlo sin seguir vomitando, está tranquilo y muestra sentirse bien, no es necesario que lo lleves de urgencia, podrías por ejemplo solicitar una teleconsulta.
- Si tu gatito vomita más de tres veces, no retiene la comida y parece cansado, debe ser visto por un médico veterinario lo antes posible. Puede ser que solo esté experimentando náuseas pasajeras, pero si se trata de algo más grave y lo pasas por alto, más adelante podrías lidiar con un problema de salud más grave.
- Si ves que a medida que pasa el tiempo su estado de salud se deteriora rápidamente, te recomendamos ir de urgencia a tu médico veterinario de confianza. Los gatos que vomitan continuamente y no retienen la comida son propensos a sufrir de enfermedad hepática, por lo que esperar para llevarlo a recibir atención médica puede ser peligroso para ellos.
Causas del vómito en los gatos
Las causas del vómito agudo y crónico pueden ser las mismas, pero hay excepciones. Las toxinas generalmente no son una causa de vómitos crónicos (a menos que un gato esté expuesto continuamente a la misma toxina, como comer una planta tóxica). La ingestión de un cuerpo extraño (como una cuerda) no suele ser una causa de vómitos crónicos, aunque si el objeto extraño permanece en el estómago, puede ser una causa de vómitos crónicos.
Desafortunadamente, los vómitos son síntomas muy vagos y las causas son extremadamente variadas. De hecho, casi cualquier enfermedad felina puede provocar vómitos. En general, las causas de los vómitos pueden clasificarse en:
- Toxinas.
- Medicamentos (quimioterapia, antibióticos, antiinflamatorios).
- Dieta (intolerancia dietética a algo en la comida, cambio repentino en la dieta, comer algún animal).
- Gástrica (cuerpos extraños, úlceras, inflamación del estómago).
- Intestinal (cuerpos extraños, inflamación aguda, enfermedad inflamatoria intestinal, estreñimiento).
- Disfunción orgánica (enfermedad hepática, enfermedad renal, pancreatitis).
- Endocrina (hipertiroidismo, calcio elevado, cetoacidosis diabética).
- Neurológica (enfermedad vestibular, encefalitis).
- Infecciosa (peritonitis infecciosa felina, panleucopenia felina, gusano del corazón).
- Cáncer.
En cada una de las categorías de las causas del vómito hay muchas enfermedades y síndromes asociados. Por eso sin el acompañamiento de un médico veterinario estás dejando tu gato a su suerte.
El Diagnóstico
Puede ser difícil diagnosticar la causa de los vómitos en un gato. La mayoría de los casos de vómitos agudos son transitorios y mejoran con terapia sintomática y el tiempo. Sin embargo, a menudo se recomienda un diagnóstico básico para garantizar que no se presente un problema más grave.
Tu médico veterinario realizará un examen físico completo. En ese proceso él puede buscar cosas como dolor abdominal, masas en el abdomen o en otra parte, un cuerpo extraño obvio, evidencia de pérdida de peso, un soplo cardíaco, un agrandamiento de la glándula tiroides y fiebre.
Dentro de todo lo que pueda tu médico de confianza encontrar, seguramente te pedirá realizar algunas pruebas adicionales para tener más certeza antes de darte un diagnóstico e iniciar el mejor tratamiento. Algunas de esas pruebas diagnósticas pueden ser:
- Radiografías de abdomen.
- Análisis de sangre.
- Ecografía.
- Endoscopia.
El tratamiento
No podemos adelantarnos al trabajo de diagnóstico que realice el médico veterinario, por eso siempre será la única persona de la que debemos seguir instrucciones, además, el tratamiento para los vómitos varía según la causa, y la descripción del tratamiento para cada causa individual va más allá de estas páginas.
Siempre ante cualquier duda, consulta con tu médico veterinario de cabecera.
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