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La Comunidad de las Mascotas y sus Familias

Auxilio, mi perro no quiere comer

Por: David Londoño

Existen perros muy caprichosos para comer y ese momento del día a día se convierte en toda una proeza para lograr que consuma los gramos adecuados o sugeridos por tu médica o médico veterinario de cabecera. Para solucionar estas dudas tan comunes que tenemos como tutores hablamos con el Doctor Arturo Guevara para obtener una guía básica en estos casos de inapetencia.

Un síntoma de alarma

Existen muchas razones por las que un perro puede dejar de comer, pero, lo primero que debemos descartar es un problema médico. Así que  el primer consejo que te podemos dar es pedir con urgencia una cita en la clínica veterinaria.

“En ocasiones tu perro deja de injerir alimento como un síntoma de que algo no está bien, en ese caso lo más responsable es llevar al animal de compañía a una consulta médica veterinaria” Dr. Arturo Guevara

¿Qué tan activo es tu perro?

Si tu compañero de cuatro patas no realiza suficiente actividad durante el día, es decir no tiene suficiente gasto energético, ¿cómo esperas que le de hambre?. La descarga de energía a través del ejercicio hace que a los perros les dé hambre.

“Nosotros como médicos veterinarios estamos en la capacidad de sugerir una buena rutina de actividad y ejercicio necesaria según la raza, el peso y la edad de un canino, además, siempre debemos evaluar si el alimento que se le suministra es el adecuado.” Dr. Guevara

De todas formas, en términos generales se habla de que sin importar las características de tu animal de compañía, este debe tener por lo menos media hora o una hora de actividad. Si se trata de un perro muy activo o grande ese tiempo puede aumentar a dos horas de ejercicio al día.

En términos generales el ejercicio puede ser correr o saltar (si las condiciones de salud lo permiten), pero también cuenta el relacionamiento que se da al jugar con otros animales, pues ese ejercicio mental también es clave en su desarrollo y consumo energético.

¿Qué tanto puede ser culpa tuya?

Algunos perros son caprichosos por nuestra culpa. Cuando decimos o pensamos cosas como: “que pesar de mi perrito, todos los días come lo mismo” o “ese alimento no huele rico, debe saber peor” realmente estamos cargando de sesgos “humanos” las soluciones de nutrición en las que las empresas invierten miles de millones para desarrollar.

En fin, con ese sentimiento de “culpa” por darle a nuestros animales de compañía algo que a nosotros no nos gustaría, terminamos revolviendo el alimento con caldo, pollo, carne o salsas a gusto de nuestro paladar humano. ¿Cuál va a ser el resultado de esto? Que el día que no haya pollo, caldo o salsa, nuestro animal de compañía va a perder el interés por comer del plato, pero lo que puede ser aún peor, lo podemos estar exponiendo a riesgos de salud a corto, mediano y largo plazo sin siquiera darnos cuenta.

Es importante no valorar la comida para los perros con el paladar humano. Los fabricantes hacen pruebas de palatabilidad (que al perro le sepa a rico la comida) para asegurar que sus dietas serán consumidas a gusto por los animales de compañía, entonces no nos estresemos porque a nosotros nos parece que no están sabrosas y sigamos la guía de los que saben de nutrición.

La escasez del alimento es importante

El alimento para los perros de volverse un recurso supremamente importante, porque los perros son animales cazadores acostumbrados a conseguir su alimento, a tener que cazar para subsistir. Cuando nuestros peludos ven que siempre tienen a la mano el alimento servido en el plato pues esto hace que el alimento se vuelva algo aburrido y parte del paisaje.

La comida solo debe aparecer en el momento en que va a ser consumida y ojalá también el plato. De esta manera, cuando detecten que estamos buscando el plato y la comida para servirles, ese momento será de mucha expectativa y emoción y por ende le generará apetito.

Los snacks

En general no es buena idea dar snacks entre comidas si tu perro no se comió por completo la porción de alimento que serviste, si lo hacemos, lo que lograremos es acostumbrarlos a no consumir su alimento, porque sabrá que luego recibirán algo más.

“Después de servir el alimento debes retirar el plato así deje comida, y dejarlo que espere hasta la próxima comida. Así tu perro va a tener claro que ese es el momento en que debe aprovechar para comerlo todo.” Dr. Arturo Guevara

Matar el aburrimiento

Los perros en ocasiones se aburren de comer en el mismo plato de comida, de vez en cuando es bueno hacer que ellos coman a través de retos, juegos y ejercicios. Para eso recuerda que en el mercado ya encontramos muchos juguetes interactivos, dispensadores de comida donde el objetivo es que el perro tenga que ganarse su alimento ya sea a través del olfato, desafíos mentales o a través de un ejercicio físico.

Evalúa la dieta

Finalmente, no podemos negar que pueden existir casos difíciles en los que debemos explorar todas las posibilidades que nos da el mercado. Por ejemplo la alimentación natural, horneada, entre otras.

Recuerda que antes de cambiar a tu perro a cualquier otro tipo de dieta debes asesorarte de tu médica o médico veterinario, porque cualquier cambio brusco puede generar problemas gigantescos de salud.

“Deje que los alimentos sean su medicina y que la medicina sea su alimento” Hipócrates.