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Papá, mamá ¡ese alimento me encanta!

Quién no se ha preguntado si el alimento que le da a su gato o perro de verdad le gusta o ¿si comer todo el tiempo el mismo alimento no lo aburre? Esto sucede porque como humanos tenemos ciertos gustos y rutinas que pensamos que nuestros peludos también deben tener, por eso en esta oportunidad queremos hablar de PALATABILIDAD.

Free Pik / Willfried Wende.

¿Qué es la palatabilidad?

La palatabilidad es la capacidad que tiene un alimento para estimular el apetito de perros o gatos, al lograr esto, un alimento puede asegurar que la mascota coma hasta la saciedad. En otras palabras, podemos decir que un alimento es palatable cuando a tu mascota le gusta.

¿Por qué es importante que un alimento sea palatable?

Ya hemos escuchados la frase “eres lo que comes”, y muchas veces tenemos problemas para que nuestro perro o gato consuma todo el alimento, lo cual se va a traducir en problemas de salud a largo plazo. Por eso es importante elegir de la mano de tu médico veterinario de confianza el alimento más adecuado de tu amado de cuatro patas.

Si tú ves que el alimento elegido lo consume tu compañero sin problema alguno y que lo hace hasta la saciedad, entonces tomaste la opción indicada.

Una vez encuentres la mejor opción para alimentar a tu peludo lo mejor es no hacer cambios en el futuro, pues esto impacta negativamente su salud, además, cualquier inclusión o complementos en la alimentación en lo posible deben ser elegidas en compañía del doctor de cabecera.

¿En qué se diferencian los perros y gatos?

En general ambos dependen del olfato antes de comer. Usando sus 1.600 papilas gustativas, los perros pueden detectar agrio, amargo, salado, dulce y lo sabroso del alimento. Las investigaciones han mostrado que la palatabilidad de un perro aumenta con una mayor humedad, por eso ya encuentras en el mercado unos sobres de alimento húmedo que puedes complementar con el alimento seco.

Free Pik/ Mat Coulton.

Los gatos también comienzan olfateando, pero su alimentación cambia porque ellos comen básicamente cuando quieren. En un día pueden darse de dos a 15 momentos de consumo. Lo anterior le da más oportunidades para cambiar de opinión sobre lo que está comiendo. Los felinos emplean 473 papilas gustativas y detectan ácido, amargo, salado y lo sabroso del alimento (el dulce es prácticamente indetectable). La textura es importante y les encantan las piezas crujientes y fáciles de romper.

Como hay tantos factores en juego, las compañías que fabrican las dietas ponen a prueba sus fórmulas. La prueba más común es una comparación entre dos recipientes con opciones diferentes, de este modo miden la aceptación, que la comida se ingiera correctamente sin rechazo. Como esta prueba la hacen con varios perros y gatos, el plato del que el grupo consuma más, y sobre todo más a gusto, será la fórmula ganadora.

Mas allá de la felicidad que podemos pensar que una mascota recibe de comer algo muy similar a nosotros, debemos tener en cuenta el consejo de nuestro médico veterinario, pues primero está que realmente obtenga el balance perfecto de nutrientes y así darle una buena calidad de vida y evitar futuros problemas de salud.

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