La esterilización o castración es una intervención quirúrgica ambulatoria común en perros y gatos. Su objetivo principal es impedir la reproducción al extirpar los órganos reproductivos, como los ovarios y el útero en hembras, y los testículos en machos.
Este procedimiento implica el uso de anestesia general y debe ser realizado exclusivamente por un veterinario. Antes de la intervención, el veterinario sugerirá un examen clínico exhaustivo y análisis preanestésicos para evaluar la salud del animal y asegurarse de que no haya impedimentos para la operación.
“Gracias a la esterilización, se pueden prevenir una gran cantidad de enfermedades asociadas a los órganos reproductivos y vías urinarias, en donde los se destacan los tumores de mama, testículos y/o de las glándulas perianales, infecciones uterinas, enfermedades de la próstata, embarazos psicológicos y quistes prostáticos. Además, esta intervención quirúrgica, puede ayudar a corregir o impedir alteraciones comportamentales asociadas al territorialismo”.
Dr. Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute.
Esta medida se lleva a cabo en diversas áreas del país y del mundo como una táctica para controlar la población, reduciendo así la presencia de perros y gatos en las calles. Según datos del 2022 proporcionados por el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) en Bogotá, se llevaron a cabo 88.763 procedimientos quirúrgicos en perros y gatos con este propósito.
El Dr. Cifuentes, señala que uno de los cambios asociados a la remoción de órganos reproductivos en mascotas tiene que ver con la tasa de crecimiento, ya que esta se puede atrasar según el momento en que se realice, adicionalmente, el metabolismo basal (la cantidad de energía necesaria para mantener los procesos vitales estando en reposo) se ralentiza o disminuye notablemente, por lo que los requerimientos energéticos son menores, por ello, es importante que la alimentación y el plan nutricional se modifiquen después de esta cirugía.
Después de una recuperación total, muchos animales tienden a aumentar su apetito y reducir su actividad física. Si se mantiene la misma dieta y porciones, existe el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad, lo que puede llevar a problemas de salud como hipertensión, diabetes, obstrucciones en el tracto urinario (especialmente en gatos) y diversas alteraciones en articulaciones, sistema nervioso, digestión, piel, entre otros.
Es esencial consultar a tu veterinario de confianza, quien recomendará un plan nutricional adaptado a la especie, raza, edad, salud, actividad física y entorno de tu mascota operada. Por lo general, este plan implica proporcionar un alimento con aproximadamente un 30% menos de calorías, bajo en grasas, con proteínas de alta calidad y efecto saciante. En el mercado hay opciones diseñadas específicamente para mascotas esterilizadas y para cada etapa de su vida. Además, es crucial garantizar el acceso ilimitado a agua fresca sin restricciones.
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