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Dos enemigos que acechan el hogar: Ansiedad y estrés 

El deseo de estar con nuestros animales de compañía todo el tiempo nos hace en ocasiones colocarlos en situaciones que podrían hacerlos sentir incómodos. A veces es algo tan simple como un viaje en automóvil, recibir visitas o estar en un nuevo entorno, pero la forma en que interactuamos con nuestros peludos también puede causarles estrés y ansiedad innecesariamente.  

Cada compañero de cuatro patas es diferente, por ello es importante que reconozcamos esas señales, así como las situaciones comunes que pueden hacer que se sientan incómodos. A continuación, algunas de ellas.  

1. Invadir su espacio personal  

En muchos momentos del día a día queremos expresar el inmenso amor que les tenemos  y a veces puede ser excesivo para ellos, o puede que de nuestra parte lo toleren, pero no viniendo de un extraño. Caricias, abrazos, masajes o posturas incómodas al levantarlos del piso, pueden activar comportamientos de defensa. 

Foto: Freepick

Un estudio realizado por un profesor de la Universidad de British of Columbia involucró la revisión de 250 fotos en línea de personas abrazando perros y en el 81% de las fotos, los perros mostraban signos de estrés.  

Cuando un perro o un gato se estresa demasiado, puede reaccionar de forma extrema rascándose o mordiendo.  El riesgo es especialmente alto con los niños, pues no comprenden las claras señales de advertencia.  

2. Estar en un entorno nuevo o sobre estimulante  

Nuevos lugares en los que ellos estarán expuestos a ruidos, olores, extraños y cambios en las rutinas, ocasionarán tarde o temprano que su comportamiento se altere. 

Debemos tratar de llevar a estos espacios algo que sea de ellos: su cama, comederos y bebederos, caja de arena o juguetes (asegúrese de que no estén recién lavados para que sientan su olor en ellos).  

El aumento de los establecimientos que aceptan animales de compañía significa que muchos optaremos por llevarlos, y estas situaciones pueden ser abrumadoras a pesar de lo emocionante que sea para nosotros. 

3. Dar un paseo en el carro 

Algunas mascotas entran en un frenesí de emociones tan pronto escuchan las palabras «súbete al carro», mientras que otras tiemblan o intentan huir, y luego durante el viaje ladran, maúllan o lloran sin descanso.  Es una experiencia bastante frustrante para nosotros, pero es aún peor para ellos.  

Hay varias opciones de productos en el mercado que nos permitirán hacer de esta experiencia algo más relajante. Además, ten presente que los ruidos fuertes pueden empeorar la ansiedad, así que no incrementes lo tensionante de la situación con música a volumen fuerte. 

Por otro lado, es recomendable transportar a tu peludo dentro de una maleta especial para mayor confort y seguridad.

Mucho cuidado con las ventanas de los automóviles, por más experiencia que tengas llevándolo con las ventanas abajo, un accidente o sonido inesperado puede provocar que huya o se lastime

4. Estar expuesto a ruidos fuertes  

Foto: Canva

Tormentas eléctricas y fuegos artificiales son un problema común, pero otros ruidos como construcciones, vehículos ruidosos e incluso el sonido de un electrodoméstico en funcionamiento pueden hacer que sufran de estrés o ansiedad.  

La clave es la paciencia.  No fuerces a un animal de compañía a enfrentar sus miedos. Consuélalos y trabaja poco a poco para ayudarlos a superar sus miedos.  

Tengamos claro que un peludo asustado es un riesgo de fuga, por lo que siempre es mejor mantenerlos en casa.  Mantener, además, las ventanas cerradas y ponle algo de música para mitigar el ruido exterior. 

Los métodos como el contra acondicionamiento también pueden ayudar a los animales de compañía a superar las fobias al ruido.  Esto funciona al ayudarlos a asociar algo que no les gusta con algo positivo, como una golosina. 

Ayudarlos a superar las fobias al ruido lleva tiempo y nunca debe apresurarse. Si el problema es grave, puedes solicitar apoyo de un profesional experto en comportamiento animal.  

5. Separación 

Foto: Canva

Cuando nuestros animales de compañía están solos recurrentemente y por un tiempo prolongado, empiezan a presentar ansiedad y es justo en medio de esa situación que empiezan a tener comportamientos como: masticar y rasgar objetos que estén a su alcance, ladrar incontrolablemente y hasta orinar o defecar, todo a causa del pánico que les genera que sus tutores se ausenten. 

Lo mejor en estos casos es acudir a un médico veterinario para que te oriente, según sea el caso de tu peludo. Sin embargo, también puedes ayudarlo dejándole a la mano los juguetes que más le guste y prendas tuyas para que sienta tu olor. 

Ellos deben sentir que vas a regresar, cuando salgas hazlo de manera sutil, ponle música y practica ausencias cortas a lo largo del día. 

6. La consulta médica 

Último pero no menos importante, por más que las clínicas veterinarias traten de llevar prácticas médicas amigables con los animales de compañía, algunos peludos simplemente no pueden evitar detonar estrés o ansiedad. 

Foto: Canva

Esto puede representar un riesgo tanto para tu compañero, para él medico e incluso para ti. En el caso de los gatos se recomendó llevarlos dentro de su propio guacal, y en los consultorios trabajaran con algunas feromonas, y para los canes llevar algún elemento de casa como una manta con su olor pueden apoyar en disminuir ese comportamiento. 

Atentos a las señales 

Los animales de compañía son muy buenos para avisarnos cuando se sienten incómodos.  Reconozcamos las señales de estrés para ayudarlos a que se sientan cómodos y felices. 

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